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lunes, 3 de noviembre de 2008

Aznalcollar minera

Este domingo desafiando las predicciones meteorológicas nos reunimos a las ocho de la mañana en la gasolinera. Allí nos encontramos Paco, Rafael, Pepe, Cristobal y Yo. Algo más tarde recogimos a Andrés en Gines.
La salida fue, como tantas veces hacía Valencina, para tomar el Camino del Agua hasta Gerena.
Una espesa niebla, tal que nos hizo quitar las gafas y guardar los móviles en las mochilas, pues en sus sitios habituales se iban mojando.
Nos acompañaría hasta casi entrar en esta localidad, donde una breve parada permitió a Pepe y Cristobal tomar un "cafelito", pues venían con el estomago vacío.
Después continuando por la carretera de Aznalcollar, llegaríamos hasta el cruce con el Corredor Verde del Guadiamar, donde abandonaríamos el asfalto para tomar la continuación de este dirección a la sierra. En seguida el camino, de muy buen firme, se pone bastante empinado, lo que nos hace jugar con los cambios de la bici.
Al poco de circular por esa senda, tomaríamos un desvío a la izquierda, el cual por unas empinadas trialeras nos bajaría hasta un vado sobre el Arroyo de los Frailes, y claro...
Según la Ley del cachondo de Murphy, toda bajada pronunciada tiene una subida igual cuando se llega abajo. ¡Y el "jodío" tenía razón!. Una tremenda subida, con un barro pegajoso nos vuelve a elevar hacía las colinas, con las ruedas cada vez mas gordas.
Claro que otra ley del "pedaleo campero", que el Murphy no conocía, podría ser:
Toda subida penosa y puñetera tiene al final una vista impresionante que hace que merezca la pena el sufrimiento.
Y así sería, las vistas de la zona minera son fabulosas.
Algo después, antes de salir a la carretera que viene desde el Castillo de las Guardas, habríamos de limpiar nuestras ruedas pues se hacía prácticamente imposible circularAsí bajaríamos hasta el Embalse de Aznalcollar para allí hacer unas fotos, en un magnifico mirador, desde el que se divisa una bella perspectiva de este pueblo.
Es en este momento cuando decidimos tomar por carretera hasta Sanlucar y como no podía ser de otra manera se forman dos "grupettos", el de "los maquinas" y "el de los mataos", en el que me incluyo. Vaya caña que nos daría el viento, (en contra "pa" variar) lo que sumado a la paliza que nos habían dado las cuestas y el barro, empezaban a hacer mella en nuestras piernas. Tanto así que llegados a la Cuesta de Las Doblas, decidimos subir por carretera en lugar de por el Camino Viejo, que era nuestra idea. ¡Ya ves tú, como si por Las Doblas fuera llano!
Total que una vez arriba, tomaríamos el Camino de Umbrete y de ahí a Espartinas para bajar al Río Pudio por la Hacienda Mejina y subir a Bormujos junto a la A-49 por Marchalomar.
Ochenta kilometros y medio me marca mi "cuenta". El compañero Paco "picaría" noventa y dos.
Yo particularmente no tengo ganas ni de tomar una cervecita. Ha sido una mañana muy fría y lo único que nos apetece es tomar una ducha calentita y ponernos ropa limpia. Mañana me acercaré a la gasolinera "pa" limpiar la bici.
Aquí tenéis la ruta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Paco, lo vuestro es de nota. Ya quisiera yo que me gustara la natación la mitad de la mitad que a ustedes la mountain bike. Yo, en días como ésos, me limito a asomar la nariz por encima del edredón.
Me cagoento lo malo, si se cansa uno na más que de leerlo. Pos namás, mucha suerte y ¡ánimo! pala próxima ruta.
Un abrazo, Edu.
P.D. Por las fotos veo que, como dices, mereció la pena.