Desde hace ya unos años, bueno casi desde siempre, me ha gustado pintar. Pero no eso de coger el rodillo y cambiar las paredes de color, que también lo hago, me refiero a "pintar de verdad", a plasmar en una superficie algo.
Ya desde chico se me daba algo este tema, pintaba bigotes en las revistas, monigotes en los libros de texto, etc.
Después, me pasé a las lineas y, estudiando delineante, no se me daba mal dibujar las marañas de rectas y curvas que representaban planos, piezas, circuitos o lo que se terciase.
Pero siempre he querido algo más. Por eso, me prometí que, cuando me jubilara, aprendería a "pintar".
Y en ello estoy.
Aquí tenéis mi primer trabajo.
Encontré una imagen en la red y me gusto tanto que decidí tenerla, pero hecha por mi.
En mi segunda obra, como ya me tenía por un artista consumado, no copié. Hice uso de la imaginación e intenté plasmar en el lienzo objetos de la realidad.
En este caso pertenecientes a mi gran pasión, el mundo de la bicicleta. Cogí unas piezas que tenía por el garaje y, ahí están.
Otra más.En esta ocasión, fue un fin de semana que pasamos en Ronda con unos amigos, donde "localicé" un precioso rincón de esa bella ciudad. Me llamó tanto la atención el balcón sin hueco en la pared que ya en ese momento pensé en ponerlo en mi casa. Obviamente tenía que ser en pintura, porque a ver quien es el guapo que convence a "La Maquina" de hacerlo real. Por mucho que llame la atención.
Un árbol de un parque cercano, con unas curiosas hojas "colorás", completó el conjunto.
Tengo más, ya os los iré enseñando.