De aquí a unos días llegará la Navidad y, en un suspiro, Mayo llamará a nuestras vidas.
Será entonces, allá por su día 20, que volveré a intentar llevar a cabo mi visita al Santo Patrón de España.
Esta vez pienso tomarmelo con mucha calma, siguiendo las indicaciones de la guía y de mis impulsos. Sin prisas ni métodos. Simplemente a lo que el cuerpo me pida. Afortunadamente dispongo de días libres para "tardar" 35, 40 o los que me hagan falta. Y, total, si para esta vez tampoco lo consigo siempre me queda toda la vida por delante.
De momento, ahí sigo, dandome caña.
Un saludo a todos los que me seguís.
Aquí comienza mi Cámino.