Bueno pues ayer domingo quedamos como de costumbre en la gasolinera del Corona, media hora más tarde de lo acostumbrado, es decir a las 8:30.
Fue nada más llegar y aún decidiendo que ruta hacer cuando el cielo dijo: ¡Ahí va agua!. Y "joder" que si fue. Cayo un chaparrón que si nos pilla en marcha nos cala hasta los huesos.
De todos modos, aunque caía fuerte, decidimos esperar unos minutos y sobre las 8:45, escampó.
A esa hora pues, nos pusimos en marcha los 11 que nos congregamos. A saber Miguel, Cristobal, El Yanqui, Pepe, Antonio, JuamMa, Ignacio, tres compañeros de Miguel cuyo nombre no recuerdo y Yo.
Nada más salir por el camino de la autovía dirección Huelva, pudimos constatar que la lluvia había empapado bien el suelo y fé de ello pudo dar Ignacio, que poco antes de llegar al Vado del Pudio, dió con sus huesos en el suelo. Afortunadamente sin más consecuencias que ponerse de barro hasta las cejas.
Poco antes de llegar al PIBO, decidimos cambiar al otro lado de la A-49 y seguir por esta margen hasta la nueva nave de MRG, donde a la derecha parte el camino de Sanlucar la Mayor, por el que tomamos. Se trataba de ir eligiendo los mejores caminos para no "pillar" demasiado barro.
Ya en Sanlucar, nos acercamos hasta Benacazón, para recoger al amigo Juan Antonio, que a causa de la lluvia, cambiaba la salida motera que tenía prevista. por esta menos peligrosa.
Cuando llegó este, volvimos a tirar para Sanlucar para bajar ,por la Cuesta del Camino Viejo, al Corredor Verde del Guadiamar, donde seguimos dirección norte hasta el cruce con el Camino de la Fuente de La Coriana, hacia la que nos dirigimos.
Sería en este tramo cuando me daría cuenta que mis frenos habían perdido un ferodo de las pastillas. A partir de aquí, amén de ir frenado, llevaba un ruido infernal. Para colmo existe en esta zona un tramo de unos 100m. que recibe el barro que baja desde la zona de Albaida, y que pasa por encima del camino. Un barro pegajoso, de ese que todos hemos pillado alguna vez, y que te pone las ruedas "gordas" como las de un tractor. Pues bien, a mi, no solo me las puso gordas, sino que formaron una sola pieza (cubierta-llanta y horquilla) que si no ando listo salgo por encima del manillar. Imposible para mi andar de esta guisa, así que saque la bici a cuestas de la zona y con un "palito" me dediqué a liberar el conjunto. Todo esto cayendo un fino "calabobos" que comenzaba a empapar las ropas. ¡Vaya mañanita redonda!
Ya en La Coriana decidimos, subir por carretera a Olivares a ver si podíamos tomar un tentempie en alguno de sus bares. Lo cual no conseguimos pues a un par que nos dirigimos estaban cerrados.
La cosa empieza a resultar chunguilla, llevamos solo 45km. y empezamos a contemplar la posibilidad de tirar "pa" casa.
En Villanueva del Ariscal, también encontramos cerrado "El Melao", así que definitivamente tiramos hacía Espartinas y de allí a Bormujos, donde llegamos sobre las 11:45 con 54km.
Algunos (Cristobal, Antonio, Pepe y El "Yanqui") con ganas de marcha se fueron desde Villanueva con dirección al Quema, con lo que hicieron unos 30 más. A mi, ya me hubiera gustado agrandar la vuelta, pero el tema del freno me tenía "cabreao" y no iba disfrutando.
Ya en la gasolinera, pegamos un manguerazo a nuestras monturas, ya que ¿quien se presenta en casa con estas pintas?, y dimos cuenta de un par de cervezas en la Cervecería Aljarafe.
Aquí la ruta para el que le apetezca.
Hoy no hay más fotos, que se me mojaba la cámara.
lunes, 22 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
El tren de los "panaeros"
Ya llevabamos tiempo queriendo "acercarnos" a Carmona para hacer el trazado del antiguo "Tren de los panaeros", para ello este domingo día 7 quedamos en "nuestra" gasolinera a las 8 de la mañana. ¡¡Como se nota que acabaron las vacaciones!!. Allí nos encontramos: Andrés, Jose Antonio, Diego, JuanMa, Ignacio, Cristobal, Antonio, Luis, Rafa, Luis Rock y Yo.Vaya "grupetto".
En principio salimos por Castilleja de la Cuesta, dirección Camas, para recoger a Jesús Machado.
Allí encontramos un buen grupo de compañeros, formado por la gente del Club de Camas y alguno más que no recuerdo, de los cuales solo se nos agrega Carmelo.
Así pues, formando este nutrido pelotón, nos dirigimos hacía Sevilla por el Alamillo. Cruzamos la ciudad por Pino Montano y la dejamos atrás por Valdezorras. Alcanzando el camino de servicio de la A-4, un poco más allá de aeropuerto. Hasta aquí la velocidad ha sido tirando a "alta". Hay que recuperar el tiempo perdido en cada una de nuestras citas/paradas.
Al poco de pasar junto al Poligono Aeropolis, Diego recibe la llamada del amigo Joaquin, de Tomares, que viene a la zaga intentando alcanzarnos. Por lo que decidimos hacer otro alto y aguardar su llegada poco antes de la Hacienda El Mogollón.
Será unos kilómetros más adelante, pasado el cruce de la carretera Brenes-Mairena, cuando al amigo Cristobal se le acaba la salida. Rompe un par de radios y con estos ya lleva tres. Ante esta inesperada adversidad, toma la decisión de avisar a su chica para que venga a recogerlo, y se despide de nosotros, no sin pesar.
¡Y menos mal! No por deshacernos de el, sino porque unos metros más adelante dejamos el magnifico camino de servicio para adentrarnos en otros menos ciclables, donde hasta alguno toca suelo.
Esto sería al llegar a la Urbanización Los Arrobones, donde por cierto al consultar a un "simpatico labriego", nos demostró que no toda la gente del campo es amable.
Desde aquí, siguiendo por la Urbanización Las Monjas, Ventanal Bajo y Raso Espejo, alcanzamos las primeras casas de Carmona.
Justo a la entrada del pueblo nos hacemos la foto de grupo, en una bonita rotonda con una composición de caballos. Accede a colaborar un chaval, al que si podemos denominar "amable lugareño".
¿Y "pa" qué?
Se establece, sin pactarlo, un tren, que ya quisiera el AVE. ¡Mamma mía, que velocitá! 34-35 km/h que nos plantan en la Plaza del Salvador en un suspiro.
¡Joé, pues para celebrarlo, vamos a tomar una cervecita en "la bodeguita"!
Ea, pues dicho y hecho. En este menester nos pillan los rezagados, que se quejan porque continuamos camino. ¡¡Haber "corrío" más!!
Una vez en Camas, el grupo comienza a disminuir, pues cada uno va tirando "pa" su casa.
Hay quien se queda en la localidad torera, otros suben por Castilleja de Guzman, rumbo a Valencina y Gines y otros nos decantamos por la Cuesta del Caracol, que pondrá un magnifico colofón a esta no menos magnifica ruta.
Por mi parte, siento algo raro de cintura para abajo. ¿Que será?
Miro y...
¡Coño, si son las piernas! Todavía las llevo.
Alguna foto aquí.
Y la ruta "pa" repetirla.
En principio salimos por Castilleja de la Cuesta, dirección Camas, para recoger a Jesús Machado.
Allí encontramos un buen grupo de compañeros, formado por la gente del Club de Camas y alguno más que no recuerdo, de los cuales solo se nos agrega Carmelo.
Así pues, formando este nutrido pelotón, nos dirigimos hacía Sevilla por el Alamillo. Cruzamos la ciudad por Pino Montano y la dejamos atrás por Valdezorras. Alcanzando el camino de servicio de la A-4, un poco más allá de aeropuerto. Hasta aquí la velocidad ha sido tirando a "alta". Hay que recuperar el tiempo perdido en cada una de nuestras citas/paradas.
Al poco de pasar junto al Poligono Aeropolis, Diego recibe la llamada del amigo Joaquin, de Tomares, que viene a la zaga intentando alcanzarnos. Por lo que decidimos hacer otro alto y aguardar su llegada poco antes de la Hacienda El Mogollón.
Será unos kilómetros más adelante, pasado el cruce de la carretera Brenes-Mairena, cuando al amigo Cristobal se le acaba la salida. Rompe un par de radios y con estos ya lleva tres. Ante esta inesperada adversidad, toma la decisión de avisar a su chica para que venga a recogerlo, y se despide de nosotros, no sin pesar.
¡Y menos mal! No por deshacernos de el, sino porque unos metros más adelante dejamos el magnifico camino de servicio para adentrarnos en otros menos ciclables, donde hasta alguno toca suelo.
Esto sería al llegar a la Urbanización Los Arrobones, donde por cierto al consultar a un "simpatico labriego", nos demostró que no toda la gente del campo es amable.
Desde aquí, siguiendo por la Urbanización Las Monjas, Ventanal Bajo y Raso Espejo, alcanzamos las primeras casas de Carmona.
Justo a la entrada del pueblo nos hacemos la foto de grupo, en una bonita rotonda con una composición de caballos. Accede a colaborar un chaval, al que si podemos denominar "amable lugareño".
No más terminada la toma, enfilamos una fuerte bajada que trás atravesar el nos conecta con el trazado del Tren de los "Panaeros", principar protagonista de nuestra ruta. Son unos 25km que discurren por la falda de Los Alcores, pasando junto a bellos cortijos (Cortijo BovedaAcebuchal, Alcaudete,...) que incluso, llegando a Alcalá, conserva alguna típica construcción ferroviaria.
Una vez llegados a la localidad "panaera", en vista de que alguno de los componentes de nuestro grupo iba "cortito" de fuerzas, decidimos "cortar" por Torreblanca y el centro de Sevilla.¿Y "pa" qué?
Se establece, sin pactarlo, un tren, que ya quisiera el AVE. ¡Mamma mía, que velocitá! 34-35 km/h que nos plantan en la Plaza del Salvador en un suspiro.
¡Joé, pues para celebrarlo, vamos a tomar una cervecita en "la bodeguita"!
Ea, pues dicho y hecho. En este menester nos pillan los rezagados, que se quejan porque continuamos camino. ¡¡Haber "corrío" más!!
Una vez en Camas, el grupo comienza a disminuir, pues cada uno va tirando "pa" su casa.
Hay quien se queda en la localidad torera, otros suben por Castilleja de Guzman, rumbo a Valencina y Gines y otros nos decantamos por la Cuesta del Caracol, que pondrá un magnifico colofón a esta no menos magnifica ruta.
Por mi parte, siento algo raro de cintura para abajo. ¿Que será?
Miro y...
¡Coño, si son las piernas! Todavía las llevo.
Alguna foto aquí.
Y la ruta "pa" repetirla.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Alrededor del Aljarafe
Que "peazo" de mañana se presentó este domingo. Cuando a las 8 nos reunimos en nuestro sempiterno punto de encuentro, hacía un "fresquito" sumamente agradable. Alguno, como yo, decidimos salir de casa con manga larga, que aunque me duraría poco, si me facilitó la entrada en calor.
Pues eso, JuanMa, Diego, Jesús y Yo, partíamos, tras los 5 min de cortesía con dirección a Gines, donde el amigo Andrés ya aguardaba nuestra llegada. Ignacio desde Valencina acudía a nuestro encuentro por el carril bici que une estas dos localidades, y a la altura del Hotel Vereda Real ya conformamos un equipo de 6.
A Salteras llegamos atravesando la vía del ferrocarril, por el Cordel de los Carboneros. El mismo que una vez traspasado este pueblo nos llevó hasta la Fuente de la Coriana y el Vado de El Palmar (el del puente de madera), ya cerca de Aznalcollar.
Aquí comenzamos un frenético descenso junto al Río Guadiamar, en el que pudimos disfrutar de unas magnificas estampas, gracias a la abundante avifauna, que pueblan las lagunas que forma el exiguo cauce. Lástima que la velocidad no me permitiese tomar alguna fotografía. Pero bueno "pa" nosotros se queda. Así otra vez venís más gente.
A la altura de Aznalcazar, alguien insinúa la posibilidad de subir al pueblo a desayunar. La respuesta no se hizo esperar, y aunque subiendo por la Cuesta de los Gitanos, nos adentramos en esta localidad como si de un solo ciclista se tratase. En la cafetería Haiti, dimos cuenta de unas tostadas en menos que se tarda en contarlo.
Junto a la rotonda que es punto de partida de la carretera de La Puebla, tomamos el Camino del Quema para alcanzar este cortijo que da nombre al afamado vado.
Una vez en este, continuamos por el Camino de la Tiesa, adentrándonos en los Pinares por un paraje fascinante y "pisando" las primeras arenas.
Mal momento el que pasó nuestro amigo Ignacio, al sufrir un tirón bajo la rodilla derecha que nos hizo realizar una parada de emergencia. Aunque no creáis, que a todos nos vino bien un respiro. El amigo Andrés, comenta que quizás se deba a que el sillín parece ir un poco alto, pues se ha fijado que estira la pierna demasiado, y tras bajarlo un par de centímetros continuamos nuestra ruta.
Aunque ya lo dije en alguna ruta anterior, de otro sitio, este es uno de los caminos más bonitos de todos los pinares. ¿Que queréis? Me gusta tanto esta zona.
Alcanzamos por estas sombras la Venta del Cruce y algo después de la Cañada de los Pájaros giramos a la derecha para llegar a la orilla del Guadalquivir. Donde la semana pasada no se veía más allá de unos metros, hoy la vista es grandiosa. Grandes extensiones de arrozales, verdes y mecidos por la brisa, el río, que está en marea alta, es una ancha banda que atraviesa la vega y encima la temperatura acompaña. ¡Joé, no se puede pedir más!
Bueno si, por eso es que en el quiosco del embarcadero de Coria, hacemos una "parada técnica", y con una técnica superdepurada, nos "jincamos" unos botellines. Uno por barba, que aún nos queda llegar hasta Gelves y subir al Aljarafe.
Por Simón Verde sería por donde haríamos la ascensión.
Un poco antes, por la autovía que une Coria con Gelves, pudimos demostrar el alto grado de compañerismo que existe en este deporte. Como quiera que nuestro "angel" Diego, venía un poco justo de fuerza, (a ver, las vacaciones que son muy duras) pues eso, que como andaba ya un poco "cortito", decidimos hacerle un hueco en medio del grupo, con la idea de arroparlo y evitar que el aire, que ahora llevábamos en contra, mermara más sus ya maltrechas reservas.
¡Y que "peazo" de labor que hicimos!
Coño, que subiendo por Simón Verde, tiró el tío "pa'lante" y nos dejó a "tos" "clavaos".
¡Ay, la madre que lo parió! La próxima vez, lo va a arropar....
Que nooo, lo que pasa es que este tío es así, en cuanto ve un repecho, se lanza "pa'rriba" y me consta que necesitaba esa "mano" que le echamos en la recta. Además el siempre tiene un apoyo para el que va renqueante. ¡Y ya está!
Bueno, púes a eso de las 13:30, estábamos entrando en Bormujos por El Zaudin y con pequeñas variaciones todos marcábamos entre 93 y 96 km.
El compañero Juan, que también hoy se incorporaba de sus vacaciones, y que nos encontramos en la Cervecería de La Imperial, se dejó caer con un magnifico ágape, lo que desde aquí, en nombre de todos, agradezco públicamente.
En su honor y a petición suya, organizaremos para el próximo domingo una "rutilla" igual, o mejor si cabe, que la de hoy.
Por cierto, que se me pasaba. Mano de santo lo del sillín de Ignacio.
Aquí hay más fotos.
Pues eso, JuanMa, Diego, Jesús y Yo, partíamos, tras los 5 min de cortesía con dirección a Gines, donde el amigo Andrés ya aguardaba nuestra llegada. Ignacio desde Valencina acudía a nuestro encuentro por el carril bici que une estas dos localidades, y a la altura del Hotel Vereda Real ya conformamos un equipo de 6.
A Salteras llegamos atravesando la vía del ferrocarril, por el Cordel de los Carboneros. El mismo que una vez traspasado este pueblo nos llevó hasta la Fuente de la Coriana y el Vado de El Palmar (el del puente de madera), ya cerca de Aznalcollar.
Aquí comenzamos un frenético descenso junto al Río Guadiamar, en el que pudimos disfrutar de unas magnificas estampas, gracias a la abundante avifauna, que pueblan las lagunas que forma el exiguo cauce. Lástima que la velocidad no me permitiese tomar alguna fotografía. Pero bueno "pa" nosotros se queda. Así otra vez venís más gente.
A la altura de Aznalcazar, alguien insinúa la posibilidad de subir al pueblo a desayunar. La respuesta no se hizo esperar, y aunque subiendo por la Cuesta de los Gitanos, nos adentramos en esta localidad como si de un solo ciclista se tratase. En la cafetería Haiti, dimos cuenta de unas tostadas en menos que se tarda en contarlo.
Junto a la rotonda que es punto de partida de la carretera de La Puebla, tomamos el Camino del Quema para alcanzar este cortijo que da nombre al afamado vado.
Una vez en este, continuamos por el Camino de la Tiesa, adentrándonos en los Pinares por un paraje fascinante y "pisando" las primeras arenas.
Mal momento el que pasó nuestro amigo Ignacio, al sufrir un tirón bajo la rodilla derecha que nos hizo realizar una parada de emergencia. Aunque no creáis, que a todos nos vino bien un respiro. El amigo Andrés, comenta que quizás se deba a que el sillín parece ir un poco alto, pues se ha fijado que estira la pierna demasiado, y tras bajarlo un par de centímetros continuamos nuestra ruta.
Aunque ya lo dije en alguna ruta anterior, de otro sitio, este es uno de los caminos más bonitos de todos los pinares. ¿Que queréis? Me gusta tanto esta zona.
Alcanzamos por estas sombras la Venta del Cruce y algo después de la Cañada de los Pájaros giramos a la derecha para llegar a la orilla del Guadalquivir. Donde la semana pasada no se veía más allá de unos metros, hoy la vista es grandiosa. Grandes extensiones de arrozales, verdes y mecidos por la brisa, el río, que está en marea alta, es una ancha banda que atraviesa la vega y encima la temperatura acompaña. ¡Joé, no se puede pedir más!
Bueno si, por eso es que en el quiosco del embarcadero de Coria, hacemos una "parada técnica", y con una técnica superdepurada, nos "jincamos" unos botellines. Uno por barba, que aún nos queda llegar hasta Gelves y subir al Aljarafe.
Por Simón Verde sería por donde haríamos la ascensión.
Un poco antes, por la autovía que une Coria con Gelves, pudimos demostrar el alto grado de compañerismo que existe en este deporte. Como quiera que nuestro "angel" Diego, venía un poco justo de fuerza, (a ver, las vacaciones que son muy duras) pues eso, que como andaba ya un poco "cortito", decidimos hacerle un hueco en medio del grupo, con la idea de arroparlo y evitar que el aire, que ahora llevábamos en contra, mermara más sus ya maltrechas reservas.
¡Y que "peazo" de labor que hicimos!
Coño, que subiendo por Simón Verde, tiró el tío "pa'lante" y nos dejó a "tos" "clavaos".
¡Ay, la madre que lo parió! La próxima vez, lo va a arropar....
Que nooo, lo que pasa es que este tío es así, en cuanto ve un repecho, se lanza "pa'rriba" y me consta que necesitaba esa "mano" que le echamos en la recta. Además el siempre tiene un apoyo para el que va renqueante. ¡Y ya está!
Bueno, púes a eso de las 13:30, estábamos entrando en Bormujos por El Zaudin y con pequeñas variaciones todos marcábamos entre 93 y 96 km.
El compañero Juan, que también hoy se incorporaba de sus vacaciones, y que nos encontramos en la Cervecería de La Imperial, se dejó caer con un magnifico ágape, lo que desde aquí, en nombre de todos, agradezco públicamente.
En su honor y a petición suya, organizaremos para el próximo domingo una "rutilla" igual, o mejor si cabe, que la de hoy.
Por cierto, que se me pasaba. Mano de santo lo del sillín de Ignacio.
Aquí hay más fotos.
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