Pues sí, los que teneis hijos, sabeis lo agradable que es dar un paseo por el campo con ellos.
Eso es lo que he hecho yo este "finde".
Hace unas semanas, Arturo, mi hijo, me comentó algo sobre una ruta de senderismo en Antequera.
Si efectivamente, la de los Famosos Molletes que nos zampamos en el desayuno. Tostaditos, con mantequilla o aceite, con tomate, jamón... o lo que cada uno tenga a bien ponerle.
Pero bueno, Antequera no tiene solamente los molletes. Tiene una magnifica Alcazaba, numerosos Palacios, algunas de sus antiguas puertas, etc. Y su famoso Torcal.
Y ahí precisamente es donde mi hijo quería que diesemos "el paseo".
Como sabeis, otro de mis "pasatiempos" es la escalada, pero vamos, en rocodromo, alguna vez en el Cerro de Hierro y alguna que otra escapadilla. Lo de hoy iba a ser otra cosa.
¿Habeis oido hablas de las Vías Ferratas?
Son itinerarios preparados para llegar a lugares de dificil acceso con "seguridad". Aquí os lo explican mejor.
Y resulta que en ese maravilloso rincón de la Provincia de Malaga hay, además de numerosos sitios donde practicar la escalada, una de estas, la llamada Via Ferrata del Camorro.
Así que este domingo nos decidimos a atacarla.
Salimos tempranito, Arturo, Jose Manuel, Victor y Yo, a las 6 de la mañana. Con idea de empezar pronto para que no nos pillase la "caló".
Menos mal, sobre las 8h empezabamos la ascensión al Camorro.
Habiendo dejado el coche al final de un pedregoso camino, ya "solo" teniamos que ir subiendo por la ladera del monte, para llegar a la base de la primera ferrata, pues consta de dos.
¡¡¡Un mojón!!!
Lo que parecía una subida por la falda de un montecillo "pa" ir calentando, se convertía en una verdadera ascensión propia de cabras. Así,unos 40min. después, gracias a las indicaciones de unos compañeros que se dirigian también hacia allí, conseguimos llegar a el comienzo de nuestra protagonista del día.
Os voy a contar unos datos de nuestra escapada:
Desde donde dejamos el coche hasta aquí, habremos superado un desnivel de aprox. 250m.
De aquí al termino de la primera ferrata subiremos unos 70m.
A continuación, de nuevo ladera arriba otros 300m, para superar los aprox. 30m. que tiene la segunda, acabando con los "pocos" que restan hasta la cima.
Parece fácil ¿verdad?.
Tened en cuenta que todos esas cifras son referente a metros. ¡Pero en vertical!
Ahora es distinto ¿eh?
Vereis, el tema es que desde el coche a el punto Geodesico del Camorro se ascienden unos 730m. y la pendiente media de la subida es de algo más de un 39 %.
Bueno, pues como os dije, ya estamos al píe de la primera. Ahora... "pa'rriba". No sé como narraroslo. Mejor será que mireis las fotos del album y así os hagais una idea. Aunque aquí, sentados delante del ordenador, visualizando unas fotos, no podriamos ni acercarnos a lo que en realidad se siente al ir subiendo por una escalera de peldaños metalicos, fijados a la roca sabe Dios como. Para colmo, cási llegando al final de este tramo, hay que cruzar de una pared a otra unos seis o siete metros, colgados de una "tirolina". Y eso, hum...
Gracias a mi hijo que, haciendo gala de su saber de esto, consiguió que lo que parecia dificil, fuese una pasada. Estará feo que yo lo diga porque es mi hijo, pero, joder, es la verdad.
Unos metros más arriba, culminamos esta zona. De aquí a la segunda, parece que el monte está por fastidiar. Es en este tramo donde los desniveles son más "empinados", superando el 40% en numerosas ocasiones. No en vano tardamos más de hora y media en alcanzar la base de la segunda ferrata.
Esta, a pesar de ser más corta que la otra, sube una pared vertical, con algunos pasos que, al menos para mí, habian de resultar de dificil negociación. Esto, unido al cansancio acumulado, la convierte en una exigente prueba.
No obstante, al filo de las 12 y media, yaciamos sentados junto al mojón que señala los 1362m de altitud de esta cima. En principio dispuestos a comernos los bocatas disfrutando de la vista, pero en vista de que aquí arriba "corre un gris que corta el cutis" y que estabamos sudando como pollos, decidimos tirar "pa'bajo".
¡Vaya tela con la bajadita! Os aseguro que prefiero la subida. Cási otra hora y media con las uñas (bien recortaditas y limpias ¿eh?) de los pies, queriendo salir por delante de las botas.
Menos mal qué, rondando las 14;30, soltabamos las mochilas en el maletero del Fusión.
Y este a sido mi "paseo" con mi hijo y unos colegas. Ya sé que es mucho más fácil y seguro darse una vuelta por cualquier parque, o tomar unas cervezas en algún velador, pero...