Desde hace un tiempo, se han ido perdiendo las tradiciones y esas bonitas costumbres que teníamos.
Una de las que más me gustaban, era la de felicitar a los amigos con los famosos chrismas. Un mes antes de Navidad te gastabas un pastón entre las dichosas felicitaciones y los sellos de correos. Amén de la tarde que echabas en escribirlos.
A mi me gustaba poner algo original. Que no fuese el típico: Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo.
Lo disfrutaba.
Tenía una libreta, de las de papel, con las direcciones de mis Amigos y Familiares. Y cuando abrías el buzón (el de chapa), salía una cascada de papel.
Pero llegó el Email.
Y empezó a reemplazar al correo normal, dejando las tarjetas de felicitación para las personas más queridas y allegadas. Ahora el buzón era virtual y se abría con una contraseña.
Después el Facebook.
Ni buzón ni nada. Yo te felicito y, te guste o no, te aguantas.
Además, de una tacada, puedo felicitar a media España.
Con fotos.
Sin ellas.
Con video.
Sin movimiento.
Total, supermegacomodidad.
Ahora además, tenemos el Whatsapp.
Estas en casa, medio dormido, después de comer, viendo Saber y Ganar y te dices:
.-Voy a felicitar a mis amigos.
Y te pones a la faena. En un ratito, quedas "fetén".
¡como ha cambiado todo!
Ya ni buscas unos chrismas bonitos, ni vas al estancó a comprar los sellos, ni te dejas la saliva en pegarlos y cerrar 15 ó 20 sobres.
En eso si hemos ganado. Pero...
...ya nadie manda chrismas.
¡¿como que no?!
Yo, tengo un Amigo que aún los manda.
Y lo espero cada año con ilusión. Si no me llegase, no se, creo que la Navidad no sería la misma.
Gracias Amigo por seguir siendo el de siempre.
Quiero compartir con vosotros mi dicha y, por medio de el, desearos lo mejor para este Año 2015 que ya está a la vuelta de la esquina.
Un abrazo para todos.
1 comentario:
Un abrazo, amigo... y felices fiestas.
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