Muy bien, como ya os narré la semana pasada, estamos con el tema de El Puerto de las Palomas.
Total que para ayer decidimos seguir completando nuestra ruta. Esta vez le toco al tramo entre nuestro pueblo y la cuna de los mostachones, Utrera.
La verdad sea dicha, la ruta no tiene nada de particular, máxime si tenemos en cuenta que los primeros 15 km transcurren atravesando bajando el Aljarafe y atravesando Sevilla para alcanzar Bellavista, lugar donde nuestras monturas tomaron contacto este domingo con los caminos de tierra.

Habíamos quedado a las
7 de la mañana, esta vez en lugar distinto del habitual. El semáforo del
Centro de Salud de Bormujos. Y allí que nos juntamos
Andrés de Gines,
Juan Antonio, Juan Manuel, Rafael, José y yo, los cinco de Bormujos. Voy a aprovechar para dar la bienvenida al grupo a los compañeros
Rafael y José, que se estrenaban en nuestras salidas domingueras. ¡¡Y que estreno!!
Bueno de entrada el amigo Juan Antonio, quiso ser el protagonista tempranero, adjudicandose el primer pinchazo. ¡¡Antes de salir de su garaje!!. Pero eran las siete y cuarto cuando bajabamos a
"toda pastilla" camino del
Manchón, donde cabía la posibilidad de encontrar a algún "
compi", pues este era el segundo punto de encuentro.
No había nadie, se ve que el tema de salir tan temprano echa "
pa'tras" a la gente. Pero si se quieren hacer rutas "
largas" en este tiempo, este es un requisito casi imprescindible. Y digo "
casi", porque también se puede ir a "
todo trapo", pero entonces, al menos yo, no disfruto tanto.
Total qué, la verdad que bastante rápido y trás atravesar
Bellavista, llegamos a
Dos Hermanas por el camino que va junto a la vía del ferrocarril. Allí en la
Plaza del Arenal, nos encontramos con
Francis, asiduo forero de
Ciclofilia, que venido desde Alcalá de Guadaira, se nos unía en la ruta.
Fue el que nos señaló el camino a seguir para salir de la localidad nazarena, ya que el que yo llevaba en mente, parece ser que atraviesa por un barrio no muy deseable. Así pues, de nuevo siguiendo el trazado del ferrocarril, enfilamos una larga recta sin más entretenimiento que esquivar los baches que no eran pocos. ¡¡Por favor que camino más malo!!

Así seguimos hasta toparnos con la
Carretera de Don Rodrigo, cuyo paso elevado aprovechamos para cruzar las vías y siguiendo por ella, unos cientos de metros después conectar con la
Colada de Utrera, continuación del cordel que atravesaba el "
barrio chungo"*. Aprovecha aquí
Juan Antonio para, de nuevo, pinchar su montura. Esta vez la rueda delantera.
¡¡Y hace unos días "
vacilaba" de bandas de
kevlar!!
Como de costumbre
Andrés, presto a echar una mano, se va ganando a pu

lso el titulo de "
Mecánico de Honor".
Tan solo 8 km nos separan de nuestro destino utrerano, transcurren estos por una bella vereda, con abundante vegetación, grandes "
gavias" que presumimos que en invierno serán autenticas lagunas y, el punto negro, bastante basura. Se ve que estos parajes son utilizados para deshacerse de todo tipo de residuos.

Llegamos así a la puerta del Cementerio de la villa, para buscar un lugar donde reponer un poco nuestras fuerzas. Es en un "
bareto" de la travesía donde nos habituallamos.
Nuestro retorno lo emprendemos de nuevo por la
Colada de Utrera, esta vez en dirección contraría hasta alcanzar de nuevo la
Carretera de Don Rodrigo. Aunque ahora tomaríamos esta con dirección a esa aldea, para pasando junto a ella y por debajo de la AP-4, llegar al entronque de está vía con la
N-4, entre Los Palacios y Dos Hermanas.
No muy lejos de este lugar, acercandonos hacía Sevilla nos encontramos con el
Corredor Verde del Guadaira, magnifico itinerario que seguimos y que nos llevará hasta las inmediaciones de la Barca de Coria, pasando por el
Parque de La Corchuela atravesando los campos de maiz que llenan esta parte de la Vega del Guadalquivir. Aquí nos ha de dejar nuestro compañero
Francis, que de desvía rumbo a su panadera Alcalá, vía dos Hermanas. ¡¡Un saludo compañero, nos vemos por esas rutas!!
La suerte nos acompaña en el
Embarcadero de Coria, pues la barca llega en ese momento y sin interrupción montamos. "
Pa" celebrarlo "
cae" un botellin en el "
Quiosco de los Albures".
Que fuerza nos ha dado esa "
rubia". Tanta, que en un santiamen, nos plantamos en Gelves y cási sin notarlo, subimos por
Simón Verde, Mairena del Aljarafe y El Zaudin, para arribar a
Bormujos a eso de las 12 y medía, con 96 km y cuatro horas y media efectivas, de pedaleo.
Como nuestro
Andrés está cerrado por vacaciones, esta vez es
Sanchez Espada el que nos restablece con unas "
birras", que, aunque fresquitas, no son "
pa" tirar cohetes. Este sitio ha perdido "
tela".
Ruta en g-mapAlgunas fotos* No quisiera que nadie se sienta ofendido. Seguro que en este lugar existen personas que son fabulosas, mi comentario se basa en el rumor popular. Desde aquí un saludo para los habitantes de aquella zona.